A algunas personas, a la hora de informarse acerca del tratamiento para las hemorroides inflamadas, se les olvida la importancia de abordar el problema cuanto antes. Sin esperar a que se agrave, atajando los primeros síntomas. Dicho de otro modo: yendo a la raíz, a la causa certera de este problema circulatorio.
No nos podemos olvidar del alto grado de prevalencia de la enfermedad hemorroidal. Se estima que entre un 10% y un 50% de la población las padecen en algún momento a lo largo de su vida. En este contexto, siempre se ha creído que el origen del problema eran ciertas alteraciones en el tejido conectivo de las venas hemorroidales. Este problema, de origen desconocido, derivaba pues en un cuadro de inflamación y dilatación. La cuestión es que los tratamientos de la enfermedad hemorroidal no se han de centrar solo en las hemorroides propiamente dichas. Hay que actuar en cuanto hay síntomas para evitar que al final sea necesario intervenir quirúrgicamente sobre el plexo hemorroidal. Sobre todo teniendo en cuenta que estamos hablando, entre otras opciones, de la extirpación o del uso del láser en el plexo hemorroidal venoso o arterial. En IVIS MED insistimos en que son en todo caso actuaciones terapéuticas sobre las hemorroides en sí mismas y no sobre su causa. Y, por supuesto, alternativas de intervención dolorosas para el paciente.
Lo que nosotros proponemos, con el cirujano vascular Juan Guilleuma a la cabeza, es apostar por la llamada ecografía intravascular (IVUS). Su cometido no es otro que diagnosticar obstrucciones al flujo en la vena iliaca común. Es decir, ir a la raíz, al origen del problema y que la hemorroide no se llegue a manifestar como tal. Lo que hace este tipo de ecografía es utilizar ondas sonoras para observar el interior de los vasos sanguíneos.